Si has estado expuesto a un acontecimiento muy duro, o has sabido de la ocurrencia de dicho acontecimiento a una persona muy cercana y esto te ha impactado mucho, quizá ahora experimentes recuerdos angustiosos, muy vívidos, como si volvieras a experimentarlo, sueños relacionados con el hecho, evites por todos los medios pensar en ello o estar en contacto con cualquier cosa que te evoque el recuerdo, experimentas culpa, irritabilidad, estado de ánimo bajo, estado de alerta casi constante, sobresaltos, mala concentración, etc. Este problema suele desembocar en deterioro de relaciones sociales y familiares, autoconcepto negativo y absentismo laboral. Lo que desea la persona es volver a la situación anterior al acontecimiento traumático, pero dado que no podemos retroceder en el tiempo, es posible que necesitemos de una ayuda externa para poder readaptar nuestra vida a la nueva situación.