Estás más irritable últimamente, las cosas que antes te interesaban ya no te aportan nada, has ganado o perdido bastante peso, duermes menos (o más) de lo normal en ti, te fatigas o te falta energía, tienes problemas para concentrarte, te sientes inútil o culpable a menudo…Y además todo esto empieza a repercutir en tu vida laboral o privada.
Si muchos de estos síntomas te suenan quizá estés sufriendo algún tipo de trastorno depresivo, y puede incluso que no tengas un motivo localizado de por qué te ocurre. Con las estrategias adecuadas y trabajando en equipo con tu terapeuta llegaremos a entender cómo se ha originado esta situación y cómo podemos hacer que remita.